Por
qué comprar una funda cubre motos
El sol, la lluvia, la nieve, la humedad, el
polvo, los curiosos y demás. Son muchos los elementos que pueden poner en
riesgo la seguridad de tu moto una vez que la dejas aparcada en el exterior.
Por eso, contar con una buena funda cubre motos garantiza que tu vehículo de
dos ruedas luzca como el primer día.
Actualmente, existen en el mercado fundas ultra
ligeras y reversibles, diseñadas para proteger tu moto del sol, la lluvia y el
polvo, entre otros factores externos. Gracias a que ocupan poco espacio ofrecen algo muy práctico:
cubrir el vehículo de forma rápida y cómoda en cualquier lugar y circunstancia.
Estos cobertores te proporcionan un parking allá donde vayas. Las fundas pueden guardarse en una pequeña bolsa que, anclada a la moto, te permitirá tener siempre el cobertor a mano cuando lo necesites y así podrás proteger tu moto allá donde vayas y en cualquier momento, mediante una sencilla maniobra.
Estos cobertores te proporcionan un parking allá donde vayas. Las fundas pueden guardarse en una pequeña bolsa que, anclada a la moto, te permitirá tener siempre el cobertor a mano cuando lo necesites y así podrás proteger tu moto allá donde vayas y en cualquier momento, mediante una sencilla maniobra.
Algunos de los modelos existentes en el mercado
se fijan debajo del faro o del asiento y son reversibles, protegiendo tu moto
del sol o de la lluvia, según sea el caso. Se instalan y desinstalan en muy
poco tiempo, ya que muchas de estas fundas disponen ya de unas gomas elásticas
que facilitan su anclaje.
Y como hemos señalado antes, pueden guardarse en
una funda hermética, para anclarla de forma permanente a la moto. Por otra
parte, según señalan algunos estudios realizados, las motos protegidas con
funda sufren menos robos y actos vandálicos, por lo que ofrecen esta ventaja
añadida.
Beneficios directos:
• Protegen del sol, la lluvia, el rocío, la
nieve, el polvo, el aire salino, los curiosos y demás.
• Mantienen a resguardo las partes más delicadas
y expuestas de las motos (tablero, tanque de combustible, plásticos, asiento,
partes metálicas, accesorios, etc.).
• Ayudan a conservar el estado del vehículo como
el primer día de uso.
• La cobertura genera mayor seguridad y evita
robos o roturas producidas por extraños.
Mantenimiento y precaución:
• Es aconsejable lavarlas con agua y el uso
eventual de jabón neutro.
• Para su mejor mantenimiento, el secado debe
realizarse colgando la funda y dejando que quede libre de toda humedad.
• Se recomienda colocar sobre superficie fría
para evitar quemaduras del material y/o condensación por el excesivo calor.
• No deben guardarse húmedas.
Lluvia y conducción sobre dos ruedas
La lluvia es un elemento climático habitual en
invierno y, hasta en las regiones más secas, se producen precipitaciones
durante esta época del año. No sólo hay que conducir con prudencia y variar el
pilotaje para evitar caídas, si no que es recomendable proteger tu moto de los
efectos innecesarios de la lluvia, tan necesaria en determinadas circunstancias
y tan peligrosa para los moteros en algunas ocasiones.
Por ejemplo, conviene que los neumáticos estén
un poco más blandos de lo habitual o que no estén excesivamente hinchados, al
menos si vas sin paquete. Puedes bajar unos «300 gramos» la presión. La moto lo
agradecerá y el pilotaje será más seguro.
Por otra parte, la lluvia es sinónimo de
salpicaduras, y esas mismas salpicaduras barren parte de las sustancias que
recubren piezas, como grasa, porquería y lubricantes; y ayudan a extender la
suciedad, por lo que la higiene es más importante que en cualquier otra época
del año.
También hay que proteger las piezas que no solo
están más expuestas a la corrosión, sino que se ven desprotegidas por la acción
«detergente» del agua que elimina su aislamiento. El agua no siempre ayuda,
mucho menos sin control ni revisión.
Emplear un spray de un producto repelente del
agua es aconsejable para evitar el desgaste prematuro de la moto y, por
supuesto, cubrirla con una funda si la aparcamos en el exterior.
También es recomendable, en situaciones de mucha
agua, que se engrasen bien las partes que están sometidas a posibles pérdidas
de lubricante y, sobre todo, las que están más expuestas a la agresión
exterior, como es el caso de los ejes de las manetas y pedales, caballetes o
bieletas de suspensión.
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